¿Sabías que puedes recorrer Chile a través de sus manos creadoras?
Chile es un país largo y angosto, que se extiende por más de 4.200 km entre el Desierto de Atacama y los campos de hielo de la Patagonia.
Su geografía extrema —cordilleras, valles, costas, islas y fiordos— ha moldeado no solo el paisaje, sino también la vida y los oficios de quienes lo habitan.
Desde los colores intensos del altiplano hasta los bosques lluviosos del sur, cada región del país tiene su propia identidad cultural, expresada en la artesanía local.
Lana de alpaca en el altiplano, greda en los valles, fibras vegetales en los humedales del sur, o maderas nativas en Chiloé.
La artesanía chilena no es solo un recuerdo bonito, es una forma de entender el territorio y a su gente.
En Ecordua, creemos que el turismo puede ser una herramienta para valorizar estos oficios.
Al incluirlos en nuestros viajes, ayudamos a las comunidades a conservar sus tradiciones, generar ingresos y compartir su cultura con quienes buscan experiencias auténticas.
En esta guía te llevamos de norte a sur, explorando las principales zonas artesanales de Chile, sus materiales, pueblos y piezas más representativas.
Macrozona Norte: Entre el desierto, las alturas y las culturas andinas
El norte de Chile, caracterizado por su aridez y altiplano, ha sido históricamente territorio de pueblos indígenas como los Aymara, Atacameños y Collas.
Estos desarrollaron una artesanía profundamente ligada al pastoreo de camélidos y a sus cosmovisiones ancestrales.
Materiales característicos:
- Lana de alpaca y llama
- Greda y piedra volcánica
- Madera de cactus y totora
Ejemplos destacados:
- Cariquima e Isluga (Tarapacá):
En estas aldeas altiplánicas del norte de Chile, las comunidades aymaras tejen textiles tradicionales con lana de alpaca, utilizando tintes naturales y telares de cintura.
Las piezas, como las chuspas (bolsos) y llijllas (mantas), reflejan la cosmovisión andina y acompañan rituales, celebraciones y el día a día de los pastores de altura.
- Toconao (Antofagasta):
En este oasis del desierto de Atacama, artesanos tallan piedra volcánica y madera de cactus, creando figuras de llamas, escenas religiosas e iglesias coloniales.
- Son piezas únicas que combinan técnica ancestral con la aridez y belleza del entorno andino.
- San Pedro de Atacama:
Capital cultural del norte chileno, destaca por su cerámica que reproduce piezas arqueológicas atacameñas y textiles decorados con patrones geométricos.
- Estas formas simbolizan elementos del desierto y la astronomía precolombina, conectando el arte con el cosmos.
- Valle del Elqui y Combarbalá (Coquimbo):
En el místico Valle del Elqui, se elaboran reproducciones de cerámica diaguita, una cultura prehispánica reconocida por sus diseños simétricos en blanco, negro y rojo.
- En Combarbalá, los artesanos trabajan la combarbalita, una piedra semipreciosa con vetas multicolores, única en el mundo, utilizada para crear objetos decorativos y utilitarios.


Macrozona Central: Tierra de valles fértiles y oficios patrimoniales
En el corazón de Chile, la zona central se extiende desde los valles de Coquimbo hasta el Maule, albergando una rica historia agrícola, urbana y rural.
Aquí confluyen culturas indígenas, tradiciones coloniales y saberes populares que han dado origen a una artesanía diversa y profundamente ligada al cotidiano.
Materiales característicos:
- Greda y loza policromada
- Fibras vegetales como paja, mimbre y crin
- Lana de oveja
- Piedra y minerales (lapislázuli, piedra rosada)
Ejemplos destacados:
- Rari y Pilén (Maule):
- En Rari, las mujeres tejen desde niñas figuras en crin de caballo, creando delicadas miniaturas de flores, insectos y escenas rurales únicas en el mundo.
- En Pilén, se produce loza utilitaria de greda cocida, una tradición reconocida por la UNESCO como Tesoro Humano Vivo por su valor cultural.
- Pomaire y Talagante (Región Metropolitana):
En Pomaire se elaboran objetos de cerámica de greda como ollas, platos y los famosos “chanchitos de tres patas”, símbolo de buena suerte. - En Talagante, la loza policromada, pintada a mano con colores vivos, retrata escenas religiosas y rurales, heredadas de tradiciones coloniales.
- Peñalolén y Pudahuel (Santiago):
Aquí surgieron las arpilleras, piezas textiles hechas con retazos bordados por mujeres que, durante la dictadura, usaron este arte como forma de denuncia y memoria. Hoy, estas obras cuentan historias de lucha, comunidad y resiliencia femenina.
- Chimbarongo (O’Higgins):
Reconocido por su trabajo en mimbre, este pueblo produce desde canastos hasta sofisticados muebles. El oficio se transmite de generación en generación, manteniendo viva una de las cesterías más representativas de Chile.
- Doñihue y Colchagua:
En Doñihue se tejen los chamantos, mantos reversibles con elaborados diseños que usan los huasos (jinetes tradicionales chilenos) en celebraciones y rodeos. En Colchagua, se confeccionan sombreros de paja trenzada a mano, como la clásica chupalla, ícono del campo chileno.



Macrozona Centro-Sur: Saberes ancestrales y memorias vivas del pueblo mapuche
En la zona centro-sur de Chile el paisaje se vuelve más verde y húmedo y las tradiciones artesanales reflejan identidad, espiritualidad y resistencia cultural.
La artesanía mapuche es una extensión de su cosmovisión.
Materiales característicos:
- Greda negra y maderas nativas
- Fibras vegetales: ñocha, chupón, coirón
- Lana de oveja
- Plata
- Paja de trigo
Ejemplos destacados:
- Quinchamalí (Ñuble):
Cerámica negra con relieve blanco y brillo característico, famosa por representar figuras como “la guitarrera”. Estas piezas decorativas son íconos del campo chileno y se fabrican con una técnica única de quema.
- Chillán y Ninhue:
En el Valle del Itata sobreviven tejidos tradicionales conocidos como cuelchas (tejidos en espiral), espuelas de huaso forjadas a mano, y la clásica chupalla, un sombrero tradicional chileno hecho con paja de trigo, símbolo del vestuario campesino.
- Puerto Saavedra:
Pilwas, bolsas utilitarias trenzadas en fibra de chupón, una planta nativa. Son usadas desde hace siglos por el pueblo mapuche lafquenche para transportar alimentos o cosechas.
- La Araucanía:
Platería tradicional (como los trapelekucha, collares ceremoniales mapuche), textiles en telar con significados simbólicos, chemamüll (grandes figuras humanas de madera colocadas en funerales), y mantas trarikamakuñ con diseños zigzagueantes teñidos con técnicas ancestrales.



Macrozona Sur: bosques, lluvias y fibras que cuentan historias
La artesanía del sur se entrelaza con la naturaleza, los oficios mapuche y la cultura insular de Chiloé.
Materiales característicos:
- Lana de oveja
- Fibras vegetales: boqui, ñocha, quilineja, manila, junquillo
- Madera nativa
- Conchas marinas
Ejemplos destacados:
- Chiloé:
La artesanía chilota es tan variada como sus islas. En Quinchao, Chaigüe y Llingua se tejen textiles de lana de oveja con la técnica de tres tramas, que da como resultado mantas gruesas, cálidas y rústicas. La cestería utiliza fibras nativas como quilineja, boqui y ñocha, recolectadas en el bosque con rituales tradicionales. También se elaboran objetos decorativos con conchas marinas, el rabel (violín campesino de tres cuerdas) y el famoso “indio pícaro”, una figura de madera con un giro humorístico que ha ganado fama como souvenir típico.
- Mehuín Bajo (Los Ríos):
en esta comunidad costera se conserva la cestería mapuche elaborada con boqui pil-pil, una fibra vegetal nativa. Con ella se crean desde canastos funcionales hasta figuras decorativas de pájaros y árboles. Es un oficio ancestral transmitido por generaciones, muy vinculado al entorno natural.
- San Juan de la Costa (Los Lagos):
Las comunidades huilliches (rama del pueblo mapuche del sur) elaboran textiles en lana y objetos de cestería utilizando fibras naturales como ñocha y chupón. Estas tradiciones se han mantenido vivas gracias al trabajo colectivo de familias que protegen su herencia cultural.
- Llanquihue y alrededores:
En localidades como Isla Maillen, Chaica, Piedra Azul y Lenca, las artesanas trabajan el mimbre y elaboran alfombras de nudo hechas a mano, consideradas de las mejores de Chile. En zonas como Los Muermos, Salto Chico y Rulo, los tejidos a palillo combinan diseño funcional con calidez, dando vida a prendas y accesorios inspirados en el paisaje austral.


Macrozona Austral: Oficios de los confines del mundo
En los márgenes más australes de América, donde los vientos soplan fuerte y los fiordos se abren entre montañas, la artesanía es refugio, subsistencia y cultura viva.
Aisladas por siglos, las comunidades de Aysén y Magallanes han desarrollado oficios únicos que reflejan su historia, la llegada de colonos y la sabiduría ancestral de los pueblos originarios que habitan este extremo del mundo.
En Aysén y Magallanes, la artesanía es resistencia, identidad y sabiduría ancestral de pueblos nómades y colonos.
Materiales característicos:
- Lana de oveja
- Greda local
- Cuero
- Madera nativa
- Junco
- Hueso de ballena y materiales marinos
Ejemplos destacados:
- Pueblo Kawésqar (Puerto Edén):
este pueblo nómade de los canales australes ha desarrollado una delicada artesanía en madera y cestería, muchas veces en miniatura. Las piezas reproducen canoas, utensilios y objetos que reflejan su modo de vida ancestral vinculado al mar y la navegación entre islas. - Puerto Puyuhuapi:
esta localidad, fundada por colonos alemanes, es conocida por sus alfombras anudadas a mano. Los diseños combinan herencias europeas con motivos patagónicos, y las alfombras se confeccionan con lana de oveja local, aportando abrigo y calidez al estilo de vida del sur. - Puerto Ingeniero Ibáñez:
aquí nació una singular tradición alfarera que mezcla greda del río local con motivos inspirados en pinturas rupestres de la zona. Las piezas se distinguen por su base forrada en cuero, lo que las vuelve únicas tanto en función como en estética. - Aysén y Magallanes:
el trabajo en cuero, o talabartería, forma parte esencial de la vida rural patagónica. Se elaboran monturas, cinturones, bolsos y accesorios que reflejan el mundo del gaucho y el caballo, combinando utilidad, resistencia y arte decorativo. - Pueblo Yagán (Puerto Williams):
los Yagán, habitantes ancestrales de los canales más australes del mundo, mantienen viva la cestería en junco (Marsippospernum grandiflorum), una técnica que pasa de madre a hija. También elaboran miniaturas de canoas y arpones con huesos de ballenas varadas, piezas que documentan su íntima relación con el mar y su cultura en riesgo de desaparecer.
Visita Artesanías de Chile para conocer y comprar piezas auténticas hechas por artesanos locales, y recorre el Museo Precolombino para profundizar en la historia de los pueblos originarios de América.

Un viaje cultural de norte a sur
Desde la chuspa aymara tejida en altura, hasta las pilwas mapuche trenzadas en la costa, y los canastos yagán que cruzan siglos de historia, la artesanía chilena es un mapa cultural.
Nos habla de climas, de pueblos, de luchas y de vínculos con la tierra.
Para quienes viajan por Chile buscando experiencias auténticas, detenerse a mirar —y valorar— el trabajo de las manos que crean, es una forma profunda de conocer el país.
¿Te gustaría incluir la artesanía en tu próximo viaje por Chile?